en los tiempos aquellos
su hermosura juvenil
junto a sus enormes grenas al aire
entre el calor de siempre
y todos los tamanos de panales
la nueva madre,
se la pasaba cuidando,
celando...
sus tres almas diminutas
e inconcientes...
sus crias,
su sangre...
su armonia
su mejor evidencia
sus nuevas tres razones
sus nuevos tres pedazos
de su amor de bien adentro
para siempre...,
sin arrepentimientos...
y por que quiso...
junto a su pareja,
su protector
su companero
su amor para siempre...
y el dolor llego de repente
y se llevo su alegria...
y apenas la veia...
quien es esta senora tan linda,
de zapatos elevados
y pintura en la cara
que me mira con tristesa
y no se atreve ya ha abrazarme...
con su amor magullado
y sus esperanzas dolidas
siempre vio aquellos momentos
como su mejor
y mas terrible melancolia...
de ves encuando escuche su risa...
...y se hacian realidad mis suenos...
y volvia a jugar con mi pelo...
destrozandome el pecho...
en todas las despedidas...
talvez algun dia,
si todavia se acuerda
mis ocurrencias le contaria...
que ahora mas que nunca
quiero escuchar su risa,
que la he esperado por siempre
que entiendo el derrame de vida...
y la fechoria del dolor
hurtandote de mis ilusiones
que no sabian...
que me puedes decir...
que me quieres todavia...
sin miedo a juzgarte...
por que como siempre
madre mia..
te sigo queriendo...
y entiendo...
por
gustavo valentin
